Los neuromoduladores son toxinas que, gracias a su capacidad para relajar la musculatura de la zona tratada, se emplea en medicina estética con diferentes fines estéticos y como tratamiento para ciertas patologías.
Gracias a la acción de neuromoduladores, relajamos la musculatura del tercio superior del rostro para prevenir la aparición de arrugas de expresión en frente, entrecejo y patas de gallo, al mismo tiempo que previene la aparición de arrugas estáticas
El bruxismo es una atrofia del músculo masetero que podemos corregir relajando la musculatura de esta zona a través de la infiltración de neuromoduladores.
En el tratamiento neuromodulador, la sustancia infiltrada es un producto médico, por lo que este debe ser aplicado únicamente por un profesional de la medicina estética.
Siempre que se realice de forma segura y en manos expertas, es un procedimiento seguro y apenas indoloro gracias a la aplicación de frío en la zona tratada.
Si tienes más dudas sobre este tratamiento, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Los neuromoduladores son sustancias que actúan bloqueando las señales nerviosas hacia los músculos, lo que provoca una relajación temporal. Esto ayuda a suavizar las arrugas de expresión, como las que aparecen en el entrecejo, la frente y alrededor de los ojos, y también es efectivo para tratar el bruxismo (rechinar de dientes), al relajar los músculos responsables de la presión mandibular.
Los resultados de los neuromoduladores son temporales y suelen durar entre 3 y 6 meses, dependiendo del tratamiento y de las características individuales de cada persona. Después de este tiempo, es posible realizar retoques para mantener los efectos.
Los efectos comienzan a notarse entre 3 y 7 días después del tratamiento, alcanzando su máximo efecto en aproximadamente dos semanas. En el caso del bruxismo, los pacientes suelen notar alivio en la presión mandibular y una disminución en los síntomas poco después del tratamiento.
El procedimiento es mínimamente invasivo y, en general, no resulta doloroso. Se utilizan agujas muy finas y el malestar es leve. En algunas ocasiones, se puede aplicar anestesia tópica para mayor comodidad, especialmente en el tratamiento del bruxismo.
El tratamiento con neuromoduladores es rápido, con una duración de entre 15 y 30 minutos, dependiendo de las áreas a tratar. Es un procedimiento sencillo que no requiere tiempo de recuperación, por lo que se puede retomar la rutina diaria inmediatamente.
Los efectos secundarios suelen ser leves e incluyen enrojecimiento, hinchazón o pequeños hematomas en el área tratada, los cuales desaparecen en pocos días. En el caso del bruxismo, es posible que sientas una ligera debilidad temporal en los músculos de la mandíbula.
Cualquier persona que busque reducir las arrugas de expresión o que sufra de bruxismo y quiera aliviar la presión en la mandíbula es un buen candidato. Se recomienda una evaluación previa para asegurarse de que el tratamiento sea seguro y efectivo en cada caso.
Sí, los neuromoduladores se pueden combinar con otros tratamientos estéticos, como rellenos dérmicos, peelings o láser, para obtener un rejuvenecimiento facial integral. Es importante consultar con el especialista para determinar el plan de tratamiento más adecuado